jueves, 24 de noviembre de 2011

PASEAR I

Señala Thoreau, que cuando caminamos nos dirigimos naturalmente hacia los bosques. Lo expone, como dando a entender que quizá los bosques posean características atractivas, o bien ejerzan un sutil magnetismo sobre aquellas personas que sienten el impulso de salir a pasear.

Es posible, incluso, que siempre estemos caminando en dirección hacia los bosques. Con independencia de adonde nos dirijamos.


 Juan Millás. Serie Bosque fingido.                                       

miércoles, 23 de noviembre de 2011

NOTA I:

Idea para un proyecto: Desplazarme hasta Aix, localizar la montaña de Santa Victoria. Preguntar a quienes vivan allí si ven o no ven la montaña.

RETRATO DE UN PAISAJE


El paisaje y el retrato se necesitan tanto que cuando ambos géneros se desvinculan es habitual que uno y otro adopten los atributos del contrario. Pienso en Cézanne, tantas veces pintó la montaña de Santa Victoria que las piedras adquirieron una entidad anímica. Por el contrario, cuando retrataba a su mujer, enfatizaba su aspecto de accidente topográfico. En una ocasión Cézanne señaló que los campesinos de Aix no veían la montaña. Advertían su presencia, pero no la miraban como un paisaje. Los pintores renacentistas tampoco consideraban de interés estético un fondo, porque nada puede suceder en un escenario sin figuras. El desasosiego de los paisajes vacíos, su dimensión poética y la extrañeza frente a los objetos son una herencia romántica. De otra forma no nos habríamos detenido a realizar esta fotografía.

Eduardo Nave & Juan Millás. Serie Península.                                     

lunes, 21 de noviembre de 2011

EL TÍTULO


De las dos manos que operan sobre “el bloc maravilloso” me identifico con la segunda: la mano que borra. La otra mano, la que escribe, no me parece que sea tan enigmática. El bloc maravilloso es una máquina de escribir mencionada en un artículo de Freud del año 1925 que está integrada por dos mecanismos contrapuestos que trabajan simultáneamente. El primero de estos mecanismos está al servicio de la escritura, mientras que la tarea del segundo dispositivo consiste en borrar parcialmente lo que apunta el primero. La descripción sugiere  que no se puede escribir sin dejar de borrar al mismo tiempo. Y lo que es aún mas extraño: sugiere también que cuando uno borra, o tacha, está escribiendo.
Me atraen enormemente las imágenes realizadas con la mano que borra. Por eso pensé que podría ser un buen título para el blog.