domingo, 18 de diciembre de 2011

UNA NOTICIA. Reciente, de ayer mismo. Portada en Babelia (El País).


¿Qué es un libro?

El fenómeno, latente desde que comenzara la crisis de los soportes editoriales impresos, es ya indiscutible. Despojados de sus antiguas funciones, los libros de fotografía asumen nuevas voluntades que nos instan a reformular su significado y por extensión el de todos los medios de comunicación impresos. Un cambio de modelo que apremia a preguntarnos también sobre la naturaleza del proyecto fotográfico, sobre la imagen, su exposición y su colección. El horizonte no podría ser más sugerente.  

"El fotolibro es una forma de arte autónoma, comparable a una escultura, una obra de teatro o una película. En él las fotografías pierden su propio carácter como mensajes por ellos mismos y se convierten en los componentes, expresados en tinta de imprenta, de una creación compleja llamada libro". 
Ralph Prins.

jueves, 8 de diciembre de 2011

PASEAR II

No era la primera vez que Eduardo y yo pasábamos la tarde imaginando proyectos fotográficos inverosímiles. Cuando hablamos de fotografía nos gusta más especular sobre propuestas que no llevaremos a cabo que debatir sobre aquellas otras que sí hemos realizado. Seguramente porque en la intención se concentra un grado de acierto, de exactitud, muy superior al que se manifiesta en la realización. En aquel momento, pactábamos las reglas de un viaje a través de la península. Un proyecto sobre fotografía, deriva y paisaje. Como punto de partida estábamos de acuerdo en tomar el extremo más oriental, desplazándonos desde ahí siempre en dirección oeste, que según Thoreau es el rumbo más adecuado para los paseantes. Nos permitiríamos todas las desviaciones y únicamente daríamos por terminada la travesía una vez alcanzado el extremo occidental, frente a las costas de Portugal. Contra todo pronóstico (ya digo que no solemos acometer las cosas que pensamos) realizamos aquel viaje. Nuestros desplazamientos en coche y a pié perfilaron a menudo esquemas erráticos de formas circulares. Sobre el mapa se dibujaban elipses, espirales y parábolas. Llegábamos hasta los lugares paseando, siempre como desenlace de nuestro extravío intencionado. Igual que sucede con la gran mayoría de las intenciones, el paseo no persigue concretarse en modo alguno, solamente corre detrás del propio paseo. Actitud que procura los hallazgos más acertados.

 Eduardo Nave & Juan Millás. Serie: Península.                              

sábado, 3 de diciembre de 2011

UNA NOTICIA, en la sección de ciencia de El País:

El brillante amarillo de los cuadros de Van Gogh ya no es tan brillante como cuando los pintó. Vira a marrón.

NOTA II:

Idea para un proyecto: Descifrar, desde el análisis de un conjunto editado de fotografías, cuáles son los colores predominantes de una comunidad. Crear un mapa pantone o carta de gamas de color de dicha comunidad para su posterior interpretación en términos políticos. ¿Se vinculan los colores a criterios económicos? ¿Sería posible calibrar los colores de una comunidad? ¿Trascendería de algún modo esta restauración cromática?

jueves, 1 de diciembre de 2011


Para el reportaje sobre el cultivo de arroz en Vietnam:
He recordado algo relacionado con el pintor inglés W. Turner. En el transcurso de su vida, Turner elaboró un catálogo de gamas de color que se correspondían con diferentes regiones del globo terrestre. Su paleta era un mapa, una representación cartográfica de los colores del mundo. Así, por ejemplo, había un amarillo italiano que nada tenía que ver con el amarillo portugués, o bien diferenciaba entre tonalidades de azul del norte y del centro de Europa. Recordé esta anécdota, porque yo nunca antes había visto un color verde tan intenso como el de los campos de arroz de Yen Bai. Era un color verde desconocido para mí.

 Juan Millás. Reportaje para Yo Dona: Las extraordinarias mujeres de Yen Bai.                                   

jueves, 24 de noviembre de 2011

PASEAR I

Señala Thoreau, que cuando caminamos nos dirigimos naturalmente hacia los bosques. Lo expone, como dando a entender que quizá los bosques posean características atractivas, o bien ejerzan un sutil magnetismo sobre aquellas personas que sienten el impulso de salir a pasear.

Es posible, incluso, que siempre estemos caminando en dirección hacia los bosques. Con independencia de adonde nos dirijamos.


 Juan Millás. Serie Bosque fingido.                                       

miércoles, 23 de noviembre de 2011

NOTA I:

Idea para un proyecto: Desplazarme hasta Aix, localizar la montaña de Santa Victoria. Preguntar a quienes vivan allí si ven o no ven la montaña.

RETRATO DE UN PAISAJE


El paisaje y el retrato se necesitan tanto que cuando ambos géneros se desvinculan es habitual que uno y otro adopten los atributos del contrario. Pienso en Cézanne, tantas veces pintó la montaña de Santa Victoria que las piedras adquirieron una entidad anímica. Por el contrario, cuando retrataba a su mujer, enfatizaba su aspecto de accidente topográfico. En una ocasión Cézanne señaló que los campesinos de Aix no veían la montaña. Advertían su presencia, pero no la miraban como un paisaje. Los pintores renacentistas tampoco consideraban de interés estético un fondo, porque nada puede suceder en un escenario sin figuras. El desasosiego de los paisajes vacíos, su dimensión poética y la extrañeza frente a los objetos son una herencia romántica. De otra forma no nos habríamos detenido a realizar esta fotografía.

Eduardo Nave & Juan Millás. Serie Península.                                     

lunes, 21 de noviembre de 2011

EL TÍTULO


De las dos manos que operan sobre “el bloc maravilloso” me identifico con la segunda: la mano que borra. La otra mano, la que escribe, no me parece que sea tan enigmática. El bloc maravilloso es una máquina de escribir mencionada en un artículo de Freud del año 1925 que está integrada por dos mecanismos contrapuestos que trabajan simultáneamente. El primero de estos mecanismos está al servicio de la escritura, mientras que la tarea del segundo dispositivo consiste en borrar parcialmente lo que apunta el primero. La descripción sugiere  que no se puede escribir sin dejar de borrar al mismo tiempo. Y lo que es aún mas extraño: sugiere también que cuando uno borra, o tacha, está escribiendo.
Me atraen enormemente las imágenes realizadas con la mano que borra. Por eso pensé que podría ser un buen título para el blog.